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Gemelos recién nacidos baten el récord en embriones congelados más antiguos
Nacen después de 30 años al ser descongelados sus embriones.
Rachel Ridgeway hace unas semanas dio a luz dos gemelos cuyos embriones fueron congelados hace años, y se estima que estos son los más antiguos conocidos que dieron lugar a un nacimiento vivo.
Los padres biológicos de los niños han querido mantenerse en el anonimato después de donar sus embriones sobrantes al Centro Nacional de Donación de Embriones (NEDC) en Estados Unidos. La organización cristiana sin fines de lucro solo ofrece transferencias de embriones congelados a parejas heterosexuales que han estado casadas durante al menos tres años, almacenándolos en nitrógeno líquido con miles de otros embriones. El NEDC se fundó en el año 2002 con la intención de ayudar a las personas (como los Ridgeway) a formar o ampliar sus familias.
Rachel y Philip Ridgeway se quedaron embarazados 30 años después de que sus actuales hijos fueran congelados cuando todavía eran embriones, exactamente en abril de 1992. Cuando los embriones fueron concebidos Philip tenía 5 años y su mujer solamente 3. Esto es difícil de entender para muchas personas, pero en realidad este tipo de adopciones no son del agrado de muchas personas, ya que los embriones tienen muchos años y pueden no estar perfectos, pero a los Ridgeway no les preocupaba este hecho. La madre afirma que en el centro le informaron de que el padre biológico de estos embriones había muerto de ELA, pero ni a ella ni a su marido parecía importarles este hecho, ni que los embriones tuvieran 30 años de edad.
El parto de estos dos gemelos batió récord, y así fue verificado por la Biblioteca Médica Preston de la Universidad de Tennessee. La anterior personas que poseía ese record fue una niña llamada Molly Gibson que nació en 2017 y su embrión llevaba congelado 24 años.
Los padres de los gemelos quieren contarle su historia cuando sean mayores.
Los padres tienen claro que están unidos y que el hecho de que sus embriones fueran congelados no es de esconder. Por ello, sus planes es asegurarnos de que cuando sean mayores conozcan su historia y sepan que la adopción de sus embriones forman parte de su vida y que lo tienen que vivir con naturalidad, como un acontecimiento más de su vida.