Miguel Garber: «En unos dos años se usarán las células madre para recuperar el corazón tras un infarto»

Presidente de la Sociedad Española de Medicina Regenerativa y Terapia Celular y especialista en cardiología

El uso de las células madre abre un camino para el tratamiento y la curación de distintas enfermedades. Ese asunto se debatirá hoy y mañana en el segundo congreso de medicina regenerativa y terapia celular, evento que se celebra en Fuengirola. El presidente de la Sociedad Española de Medicina Regenerativa y Terapia Celular, Miguel Garber, destaca los avances habidos en el apartado de las células madre.

¿Por qué se ha vuelto a elegir Fuengirola para el congreso después del celebrado el año pasado?

El primer congreso fue un éxito, con la participación de más de 184 profesionales, por eso se vuelve a hacer aquí. En esta ocasión, la participación es de unos 300 médicos.

¿Qué ramas médicas son las que más emplean la medicina regenerativa y la terapia celular?

La medicina regenerativa es muldisciplinar; contamos en el congreso con cardiólogos, cirujanos cardiovasculares, inmunólogos, ortopédicos, médicos y cirujanos estéticos, etcétera.

¿Cuál es la función principal de la medicina regenerativa?

El objetivo es poder llegar a regenerar los órganos del paciente, con lo que no habría que hacer trasplantes de corazón, riñón… No estamos lejos de conseguirlo, pero aún nos falta. Mientras tanto, lo que logramos con la medicina regenerativa es tratar los tejidos dañados para su recuperación.

¿Se han conseguido avances importantes en la terapia celular para la curación de enfermedades?

Sí, esa cuestión está avanzada. En muchas partes del mundo se emplea ya para curar enfermedades. Las instituciones farmacológicos están utilizando la base de las células madre para generar medicamentos para tratar, por ejemplo, las fístulas de colon en pacientes con la enfermedad de Crohn. Es un medicamento que salió de estudios españoles.

¿Qué es lo que todavía falta y que hay que impulsar?

Aunque los tratamientos con células madres han mostrado una evidencia científica de que sirven para curar enfermedades, hace falta tener más casos analizados para poder determinar que esa terapia funciona.

¿Qué enfermedades pueden beneficiarse más de la medicina regenerativa y de la terapia celular?

Hoy por hoy, las más importantes son las articulares; enfermedades como la artritis, la artrosis, etcétera. En todo lo que es articular el funcionamiento es bueno, así como en el cerramiento de las fístulas del colon. Antes era muy difícil cerrarlas y ahora se logra gracias a la medicina regenerativa. También se aplica en las úlceras de los miembros inferiores (pie diabético) con muy buenos resultados y en la diabetes. Asimismo, se hace en cardiología, de forma experimental, para evitar la insuficiencia cardiaca. Igualmente, se usa en enfermedades como el párkinson. En el alzhéimer no hemos encontrado aún la manera, pero se está estudiando. Otro avance importante se ha logrado en la enfermedad macular, con lo que se cree que en el futuro será un tratamiento de primera elección.

¿Hay problemas de tipo legal en la aplicación de ese tipo de medicina?

No hay problemas jurídicos. Los aspectos legales son iguales a los de cualquier profesión. Existe una regulación para poder utilizar las células madres en la actualidad.

¿Cómo se encuentra este tipo de terapias aplicadas a la cardiología?

Estamos viendo buenos progresos, especialmente en el servicio de cardiología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, que está haciendo unos ensayos clínicos con los que se aprecia que posiblemente en un futuro cercano utilicemos mucho las células madre para recuperar corazones postinfartados.

Dice que no falta mucho para eso, pero ¿cuánto tiempo será?

Creo que falta menos de cinco años. Estamos ya en la curva final, por lo que creo que en dos años, o menos, tendremos terapias celulares para ese tema del corazón.

¿Hay suficiente investigación en España en terapia celular?

Como en todo, nos encontramos con problemas para investigar . Así y todo, se está haciendo bastante, pero necesitaríamos mucho más. Financiar la investigación se deja para lo último. Tratamos de convencer a los gobiernos de que aporten más dinero.

Fuente: diariosur.es, 17 de Mayo de 2019

 

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