Llegar a la semana 40 de embarazo es un momento lleno de emoción, expectativa y, en muchos casos, ansiedad. La recta final del embarazo combina cambios físicos, hormonales y emocionales que preparan tanto al bebé como a la madre para el nacimiento. Esta guía completa explica qué ocurre durante esta semana, cómo reconocer las señales del parto y cómo cuidarte antes del gran momento.
¿Cuántos meses son 40 semanas de embarazo?
Una de las preguntas más comunes entre futuras madres es: ¿cuántos meses son 40 semanas de embarazo?
Aunque popularmente se dice que el embarazo dura nueve meses, los médicos calculan la gestación en semanas. Esto se debe a que las semanas permiten un seguimiento más exacto del desarrollo fetal y de los cambios que experimenta la madre.
- Un embarazo a término suele durar entre 38 y 42 semanas.
- La semana 40 de embarazo equivale aproximadamente a 9 meses y una semana.
- Muchas madres sienten que han entrado en un “décimo mes” debido a cómo se distribuyen las semanas en el calendario.
Dato interesante: Un mes calendario no tiene exactamente cuatro semanas. La mayoría tiene entre 30 y 31 días, por lo que al final del embarazo el conteo en semanas puede dar la sensación de “un mes extra”. Por eso, muchas mujeres perciben los últimos días como prolongación del embarazo.
Tip: No te obsesiones con la fecha exacta; cada embarazo tiene su propio ritmo y, mientras el bebé y la madre estén bien, es normal que el parto pueda retrasarse algunos días.
Desarrollo del bebé en la semana 40 de embarazo
En la semana 40 de embarazo, el bebé está listo para nacer y todos sus órganos vitales funcionan correctamente:
- Peso promedio: 3.400–3.600 gramos, aunque un rango de 2.800 a 4.000 gramos sigue siendo normal.
- Longitud: 48–51 cm.
- Pulmones: Completamente desarrollados, listos para el primer aliento.
- Cerebro y sistema nervioso: Coordinan reflejos vitales como succión, deglución y agarre.
- Aparato digestivo: Preparado para adaptarse rápidamente a la lactancia.
- Esqueleto: Fuerte, pero con huesos del cráneo flexibles para el parto, permitiendo el paso por el canal de parto.
- Posición fetal: La mayoría de los bebés se colocan cefálicos (cabeza hacia abajo), lo que facilita un parto vaginal.
Movimientos del bebé
Aunque el espacio dentro del útero es limitado, el bebé sigue moviéndose:
- Patadas y estiramientos suaves.
- Cambios de posición menores para ajustarse al canal de parto.
- Movimiento de manos y dedos, que indican bienestar neurológico.
Dato curioso: Algunos bebés nacen con una ligera deformación temporal en la cabeza, producto del moldeo craneal, que se corrige por sí sola en pocos días.
Cambios en la madre durante la semana 40
El cuerpo de la madre experimenta cambios físicos y emocionales importantes:
- Molestias físicas:
- Dolor en la espalda y caderas por el peso adicional del útero.
- Calambres en piernas y pies hinchados.
- Dificultad para dormir y encontrar posiciones cómodas.
- Contracciones:
- Braxton Hicks: irregulares e indoloras, preparan el útero para el parto.
- Contracciones reales: regulares, intensas y prolongadas, señal de inicio del trabajo de parto.
- Producción de calostro: La primera leche rica en nutrientes y anticuerpos puede aparecer.
- Síndrome del nido: Impulso de organizar y limpiar la casa para recibir al bebé.
- Cambios emocionales: Impaciencia, ansiedad, entusiasmo y sensibilidad aumentada.
Durante estos últimos días de gestación, es fundamental mantener hábitos saludables y seguir las recomendaciones de cuidados en el embarazo para aliviar molestias y prepararte para el parto.
Tip: Mantén comunicación con tu pareja, familiares y equipo médico. Compartir emociones ayuda a reducir la ansiedad y fortalecer la confianza.
Sangrado en la semana 40: cuándo preocuparse
El sangrado puede generar alarma, pero no siempre indica un problema:
- Normal: Manchado rosado o marrón, asociado a la expulsión del tapón mucoso.
- Alerta: Sangrado abundante, rojo intenso, dolor abdominal fuerte o fiebre.
Importante: Ante cualquier signo de alerta, acude de inmediato al hospital para descartar complicaciones, como desprendimiento de placenta o hemorragias graves.
Señales de que el parto está cerca
El cuerpo envía señales claras cuando el nacimiento se aproxima:
- Contracciones regulares: Cada vez más intensas y frecuentes.
- Ruptura de la bolsa amniótica: “Romper aguas”, líquido que puede salir en goteo o abundante.
- Pérdida del tapón mucoso: Puede acompañarse de un leve sangrado.
- Disminución de movimientos del bebé: Señal de alerta que requiere atención médica inmediata.
Según el instituto Nacional de la Salud infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver (NICHD), un embarazo a término se considera entre 37 y 42 semanas, lo que confirma que cada bebé tiene su propio ritmo de desarrollo.
Tip: Cada señal indica que el parto se acerca, pero el tiempo exacto puede variar de horas a días.
Monitorización médica en la semana 40 de embarazo
La vigilancia médica es clave para garantizar la seguridad de madre y bebé:
Monitorización fetal no estresante (test basal):
- Sensores colocados en el abdomen registran contracciones y latidos del corazón durante 20–30 minutos.
- Resultado reactivo: bebé en buen estado.
- Resultado no reactivo: se requieren estudios complementarios.
Otras pruebas:
- Ecografía de control para medir líquido amniótico y bienestar fetal.
- Perfil biofísico fetal para valorar movimientos, respiración y tono muscular.
Beneficio: Estas pruebas ayudan a decidir si esperar el parto natural o iniciar inducción de manera segura.
¿Qué pasa si el parto no llega en la semana 40?
No todos los bebés nacen exactamente en la semana 40:
- Muchos nacen entre 38 y 42 semanas.
- Si después de la semana 40 de embarazo no hay parto espontáneo, el equipo médico puede esperar unos días vigilando al bebé.
- Si se alcanza la semana 42, normalmente se recomienda inducción del parto para evitar complicaciones:
- La placenta puede perder eficacia, disminuyendo oxígeno y nutrientes.
- Se usan medicamentos o procedimientos mecánicos para estimular contracciones y dilatación.
Consejos para los últimos días de embarazo
Estos días finales requieren preparación física y emocional:
- Actividad física suave: Paseos cortos para mejorar circulación y aliviar molestias.
- Hidratación: Beber suficiente agua ayuda a prevenir deshidratación y calambres.
- Técnicas de relajación: Respiración profunda, meditación y yoga prenatal.
- Preparar la bolsa del hospital: Incluye ropa para ti y el bebé, documentos y artículos de higiene.
- Descanso: Si dormir es difícil, tomar siestas cortas durante el día.
- Apoyo emocional: Compartir emociones con la pareja, familiares o profesionales sanitarios.
Tip final: Mantén una actitud positiva y flexible; cada parto es único y los tiempos pueden variar. La preparación física, emocional y logística garantizará que afrontes el nacimiento con seguridad y tranquilidad.
Valora el artículo: