La ceguera irreversible: investigación para un nuevo tratamiento

Se ha logrado restaurar parcialmente la visión en ratones ciegos de laboratorio al implantar células sensibles a la luz. Esta técnica tan novedosa implica el desarrollo de células madre pluripotentes a partir de células madre embrionarias. Estas se programan y se dotan de sensibilidad a la luz, para posteriormente ser trasplantadas a la retina de los animales. Los expertos señalan que este método para tratar la ceguera irreversible supone un gran avance además de un ahorro de tiempo pues el protocolo estándar pasa a ser de diez días.

La ceguera irreversible comienza con la pérdida de las células de la retina sensibles a la luz. Los fibroblastos, células encargadas de mantener la estructura de los tejidos del cuerpo, han sido reconvertidas en células fotosensibles de la retina. Este método se ha probado en ratones de laboratorio ciegos, parte de su visión se restauró lo que les permitió discriminar entre zonas claras y oscuras.

Anand Swaroop, investigador en el Instituto Nacional de Oftalmología de Estados Unidos declara: 'Este es el primer estudio que muestra que la reprogramación química directa puede producir células similares a las presentes en la retina, lo que nos brinda una estrategia nueva y más rápida para desarrollar terapias para la degeneración macular relacionada con la edad y otros trastornos de la retina causados por la pérdida de fotorreceptores'.

Cabe señalar que a día de hoy no existen tratamientos efectivos para curar la visión o mejorarla en gran medida pero, gracias esta estrategia, la reprogramación química permite crear los fotorreceptores de la retina e implantarlos en el ojo para que la visión se pueda recuperar parcialmente.

Hubo varios intentos basados en estudios previos en los cuales convertían estas células en neuronas, pero finalmente, según citan en el artículo de La Vanguardia, se descubrieron cinco moléculas capaces de impulsar la conversión de los fibroblastos en células similares a fotorreceptores tipo bastones. Dichas células se implantaron en 16 ratones con degeneración retiniana, el éxito del tratamiento se pudo medir en los reflejos pupilares. Al cabo de unos meses, 6 de los 16 ratones mostraron una robusta constricción pupilar. Todos los animales que respondieron bien al tratamiento mostraban preferencias por zonas poco iluminadas siendo esta su tendencia natural.

Los autores de esta investigación coinciden en afirmar que las células fotorreceptoras inducidas químicamente tienen un gran potencial terapéutico que se debe seguir desarrollando, aunque de momento su uso de limita al laboratorio.

 

Fuente: La Vanguardia, a 15 de abril de 2020

 

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