Estudios sobre el Alzheimer y las células madre

Estudios sobre el Alzheimer y las células madre

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Proclamado por la Organización Mundial de la Salud y fomentado por Alzheimer's Disease International (ADI), desde 1994 todos los 21 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Alzheimer. Una enfermedad mental progresiva que se caracteriza por una degeneración de las células nerviosas del cerebro y una disminución de la masa cerebral. Se manifiesta en pérdidas de memoria, la desorientación temporal y espacial y el deterioro intelectual y personal.

En estudios anteriores los científicos demostraron que los fragmentos de péptido Aβ, que se acumulan en placas en el cerebro de los pacientes con EA, causan neuroinflamación, disfunción sináptica y muerte neuronal, lo que afecta la función cognitiva.  Colectivamente, se ha demostrado que la proteina sAPPα está involucrada en varias funciones fisiológicas del cerebro, que parecen estar alteradas en la enfermedad del Alzheimer.

Los investigadores plantearon la hipótesis de que las intervenciones o tratamientos que podrían estimular sAPPα podrían mejorar significativamente la enfermedad de Alzheimer y la función cognitiva de los pacientes que lo sufren.

Varios estudios han demostrado que las células sanguíneas del cordón umbilical humano (HUCBC) tienen potencial terapéutico en numerosas afecciones neuroinflamatorias relacionadas con la edad, incluido el Alzheimer (EA). De acuerdo con esos estudios, demuestran que la infusión única y múltiple de dosis bajas de HUCBC redujo significativamente el procesamiento de la APP amiloidogénica, la acumulación de placas de Aβ y β-amiloide, la neuroinflamación glial y las deficiencias cognitivas en modelos preclínicos de ratones con EA. Además, el tratamiento con HUCBC cambió los fenotipos microgliales de proinflamatorios a antiinflamatorios, aumentó la fagocitosis de Aβ microglial, aumentó las citocinas antiinflamatorias en el cerebro y redujo CD40, que es importante para la activación microglial proinflamatoria inducida por Aβ. 

De acuerdo con los hallazgos de los estudios anteriores, varios informes recientes subrayaron el papel de la sangre y/o el plasma jóvenes en el envejecimiento y las afecciones neurodegenerativas asociadas con la edad. Entre ellos, Wyss-Coray y otros laboratorios informaron que exponer ratones viejos a un entorno joven por parabiosis aumentó la plasticidad sináptica, mejoró la patología y la recuperación del comportamiento, como el condicionamiento del miedo contextual y el aprendizaje espacial en ratones viejos. Más interesante aún, también descubrieron que no son las células sanguíneas sino los factores solubles los que ingresan al cerebro de los ratones. Reunieron plasma de ratones jóvenes y de humanos jóvenes y lo inyectaron en ratones viejos, lo que rejuveneció con éxito la estructura cerebral y su facultades cognitivas, según la prueba de memoria del laberinto de Barnes. 

Sobre la base de hallazgos preliminares de laboratorio, se plantea la hipótesis de que el suero de sangre de cordón humano (CBS) posee una nueva enzima similar a la secretasa α específica de APP, reflejada en un marcado aumento en el nivel de sAPPα. Además, encontramos que la infusión de αCBSF aumentó los niveles de sAPPα, disminuyó la producción de Aβ/formación de placas de β-amiloide, previno la pérdida neuronal y la fosforilación anormal de tau en la corteza, y mejoró la función cognitiva en modelos de ratones con Alzheimer. Por lo que los hallazgos indican que la secretasa α derivada del suero de la sangre del cordón umbilical humano (αCBSF) tiene un inmenso potencial terapéutico para el tratamiento de la EA.

    Fuente: https://bit.ly/3Bn86ME